José Antonio Kast gana las presidenciales en Chile y amplía el giro de Suramérica hacia la ultraderecha
El ultraderechista José Antonio Kast ganó este domingo con contundencia el segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Chile y se convirtió en el primer defensor de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989) en alcanzar el poder tras el retorno de la democracia al país andino.
El ultraliberal, hijo de una familia de migrantes alemanes con pasado nazi, concitó el 58,1% de los votos frente al 41,8 % de la candidata de la coalición de centro-izquierda, Jannette Jara, en un proceso con sufragio obligatorio por primera vez en unas presidenciales, en el que el voto blanco y nulo se multiplicó respecto a la primera vuelta.
Kast dijo en su primer discurso tras su apabullante victoria que será «el presidente de todos, sin excepción», y que «va a haber un cambio real» en el país.
Kast, que ganó con un 59,1 % de los votos a la izquierdista Jeannette Jara, señaló que «cada uno decidirá libremente si quiere sumarse a la recuperación y al renacer de Chile», porque el país «ha dado un mandato claro, que no admite excusas: no quiere continuidad, quiere un cambio real», sostuvo.
En su discurso, que dio frente a miles de sus seguidores frente a su comando en Santiago, pidió a Dios «templanza y fortaleza para estar a la altura», al tiempo que prometió «restablecer el respeto a la ley» en el país.
«Sin seguridad no hay paz, sin paz no hay democracia y sin democracia no hay libertad. Chile volverá a ser libre del crimen, de la angustia y del temor», añadió quien será el primer presidente pinochetista y que hizo campaña a favor del entonces dictador Augusto Pinochet (1973-1990) en el plebiscito de 1988.
José Antonio Kast promete «restablecer el respeto a la ley» y dice que en Chile «va a haber un cambio real»
Kast, que se impuso en las 16 regiones del país y logró la segunda victoria más amplia en una segunda vuelta en democracia —la mayor desde la obtenida por la expresidenta Michelle Bachelet en 2013—, recalcó que «Chile necesita que el país vuelva a tener empleo digno y orden en nuestras calles, en el Estado, en las prioridades que se han perdido».
«El orden no es un capricho, es justicia», añadió ante una multitud que ondeaba banderas nacionales.
La hoja de ruta de Kast en Chile
El futuro mandatario destacó como «hitos» de su administración la seguridad, la migración y el progreso económico. «Quien no cumpla la ley, va a recibir todo el peso de esa ley», afirmó antes de advertir que «los padres tendrán que responder por los daños que provoquen sus hijos» y que los jóvenes «no pueden quemar nada, no pueden romper nada».
Kast agradeció a los excandidatos de la derecha tradicional Evelyn Matthei y de la extrema derecha radical Johannes Kaiser, que no pasaron a la segunda vuelta y lo apoyaron sin condiciones, y los invitó a «construir un país en unidad» y «sin cuoteos», en un guiño al diseño de su Gobierno, en el que se espera integren el conjunto de fuerzas de la derecha y ultraderecha del país.
El ultracatólico dijo que su victoria «no es la meta, sino el punto de partida» y aseguró que los cambios que propone «comenzaran de inmediato», pero frente a las expectativas que ha levantado su Gobierno en la ciudadanía, avisó que «los resultados no se verán al día siguiente».
Kast, que se impuso en las 16 regiones del país y logró la segunda victoria más amplia en una segunda vuelta en democracia —la mayor desde la obtenida por la expresidenta Michelle Bachelet en 2013—, recalcó que «Chile necesita que el país vuelva a tener empleo digno y orden en nuestras calles, en el Estado, en las prioridades que se han perdido».
«El orden no es un capricho, es justicia», añadió ante una multitud que ondeaba banderas nacionales.
La hoja de ruta de Kast en Chile
El futuro mandatario destacó como «hitos» de su administración la seguridad, la migración y el progreso económico. «Quien no cumpla la ley, va a recibir todo el peso de esa ley», afirmó antes de advertir que «los padres tendrán que responder por los daños que provoquen sus hijos» y que los jóvenes «no pueden quemar nada, no pueden romper nada».
Kast agradeció a los excandidatos de la derecha tradicional Evelyn Matthei y de la extrema derecha radical Johannes Kaiser, que no pasaron a la segunda vuelta y lo apoyaron sin condiciones, y los invitó a «construir un país en unidad» y «sin cuoteos», en un guiño al diseño de su Gobierno, en el que se espera integren el conjunto de fuerzas de la derecha y ultraderecha del país.
El ultracatólico dijo que su victoria «no es la meta, sino el punto de partida» y aseguró que los cambios que propone «comenzaran de inmediato», pero frente a las expectativas que ha levantado su Gobierno en la ciudadanía, avisó que «los resultados no se verán al día siguiente».








