Dos mariachis, una sola patria: el Mariachi Vargas y el Mariachi Nuevo Tecalitlán se reúnen por primera vez

México se vistió de gala esta tarde, cuando las notas del mariachi resonaron —aunque fuera desde una pantalla— con la fuerza de lo histórico. En una rueda de prensa virtual celebrada desde la Arena GDL, los representantes de los dos mariachis más importantes del mundo, el Mariachi Vargas de Tecalitlán y el Mariachi Nuevo Tecalitlán, anunciaron con orgullo y emoción lo que será Mariachazo, una gira monumental que por primera vez los unirá en un mismo escenario, y que tendrá su punto más alto el próximo 24 de abril de 2026 en la Arena CDMX, con boletos disponibles a partir de las 11 de la mañana en el sistema Superboletos y en taquillas del inmueble.
El ambiente de la conferencia que se celebró en formato presencial desde Jalisco y que sumó a medios de todo el país en modo digital, se impregnó de una emoción casi palpable. Las sonrisas de los integrantes y directores artísticos reflejaban la conciencia de estar escribiendo un capítulo inédito en la historia de la música mexicana. No era un anuncio cualquiera, sino el encuentro de dos escuelas, de dos linajes sonoros que han dado identidad y prestigio al país en el mundo entero. Ambos mariachis coincidieron en que “unir estas dos agrupaciones no es sólo un sueño cumplido, sino un tributo a todos los que, desde hace generaciones, han llevado el traje de charro con orgullo y han hecho de la música un símbolo universal de México”.
Durante la presentación se reveló que Mariachazo recorrerá cuatro ciudades en esta etapa como son Guadalajara, León, Querétaro y la Ciudad de México, lleva consigo un espectáculo que promete fusionar la maestría técnica, la tradición más pura y la emoción colectiva que sólo el mariachi puede provocar. Pero será en la Arena CDMX donde este encuentro alcance su máxima expresión, con una producción de gran formato que reunirá a cientos de músicos sobre un mismo escenario y que hará vibrar a miles de asistentes con temas que son parte del alma nacional.
Paco Camarena, promotor y director de PARS Producciones, habló con emoción sobre el significado de llevar Mariachazo a distintos puntos del país y la responsabilidad que implica reunir a los dos mariachis más importantes de México. “Este proyecto nace del respeto y la admiración por una tradición que nos identifica ante el mundo”, señaló. “Reunir al Mariachi Vargas y al Mariachi Nuevo Tecalitlán en un mismo escenario no es solo un logro artístico, sino un acto de amor por México. Queremos que la gente de todo el país viva esta experiencia, que sienta el orgullo de escuchar en vivo a dos instituciones que representan lo mejor de nuestra cultura”, expresó con firmeza.
Camarena subrayó que la gira busca fortalecer el vínculo entre las nuevas generaciones y la herencia musical del mariachi. “Por eso decidimos que Mariachazo no se quedara solo en la Ciudad de México. Guadalajara, León y Querétaro serán también testigos de este encuentro histórico. Queremos que cada presentación sea un homenaje al talento, la disciplina y la pasión de quienes han hecho del mariachi un símbolo de identidad nacional”, concluyó.
Hablar del Mariachi Vargas de Tecalitlán es hablar de la raíz misma del género. Fundado en 1897 por Don Gaspar Vargas, su historia ha estado marcada por la excelencia y la innovación. Desde los arreglos magistrales de Rubén Fuentes hasta la dirección actual de Carlos Martínez, el Vargas ha sido la voz oficial del sentimiento mexicano, acompañando a los más grandes intérpretes de la historia y llevando su sonido a los escenarios más prestigiosos del planeta. No en vano se le conoce como “El Mejor Mariachi del Mundo”, un título ganado con disciplina, pasión y un legado que trasciende generaciones.
Por su parte, el Mariachi Nuevo Tecalitlán, nacido en 1965 bajo la guía de los hermanos José “Pepe” Martínez y Fernando Martínez Barajas, representa la continuidad y la evolución del arte jalisciense. Con una impecable formación musical y un estilo que combina tradición con virtuosismo, la agrupación ha conquistado audiencias en Europa, América y Asia, consolidándose como el gran embajador contemporáneo del género. Su sonido es la prueba de que el mariachi, lejos de ser un arte del pasado, sigue latiendo con fuerza en el presente.
La conexión entre ambos conjuntos no es casual. Carlos Martínez, actual director musical del Vargas, fue formado en las filas del Nuevo Tecalitlán, lo que convierte este encuentro en un diálogo entre maestro y discípulo, entre pasado y futuro, entre dos familias musicales que se reconocen en el espejo del tiempo. “Este proyecto es un homenaje a la historia, pero también una promesa al porvenir del mariachi”, expresó Martínez durante la conferencia, subrayando que el propósito de Mariachazo no es competir, sino celebrar la hermandad y la grandeza de un arte que ha conquistado corazones en todo el mundo.
Los organizadores de la gira adelantaron que el espectáculo será una auténtica celebración visual y sonora, con un repertorio que incluirá tanto los grandes clásicos del género como nuevas interpretaciones especialmente arregladas para esta unión irrepetible. Cada ciudad será testigo de un rito musical en el que dos leyendas se encontrarán para rendir homenaje a México desde su esencia más pura: la música, la emoción y la identidad.
Así, Mariachazo no sólo marcará un antes y un después en la historia del mariachi, sino también en la memoria de quienes asistan. Porque habrá momentos en la vida que se vuelven eternos, y este será uno de ellos. El 24 de abril de 2026, la Arena CDMX se transformará en el corazón sonoro de la patria, en un templo donde los violines, las trompetas y las voces se elevarán como una sola, proclamando que México sigue siendo, y seguirá siendo, un país hecho de música, pasión y orgullo. Los boletos estarán disponibles a partir de las 11:00 de la mañana a través del Sistema Superboletos y en taquillas del inmueble.
Y cuando la primera nota suene esa noche, el eco de más de un siglo de historia se unirá al presente para recordar que hay cosas que sólo el mariachi puede explicar: la emoción de ser mexicano y la eternidad de una canción.